Esta receta es una más de todas
las de bacalao que tenemos en el blog, nos encanta el bacalao y a la que hay
ocasión solemos hacerlo de varias formas diferentes, de esta manera lo
aprovechamos más.
En esta última remesa lo hemos comido al pil-pil,
otro día hemos preparado un arroz con bacalao sencillo que pronto subiré la
receta y para rematar de aprovechar estas albóndigas con langostinos que quedan
muy ricas, en enero de este año hicimos un recopilatorio de todas las recetas
de bacalao (creo que habrá que actualizarlo pronto) pincha AQUÍ
para ver todas las fantásticas recetas que tenemos.
Cuando preparo recetas con
bacalao me gusta presentarlo sin espinas, por lo que una vez desalado procuro
limpiarlo de las mismas, con los recortes de migas que van saliendo es con lo
que podemos preparar estas deliciosas albóndigas. Con las pieles, espinas y
demás el caldo para el arroz.
Ingredientes:
400 gramos de bacalao desalado
desmigado
200 gramos limpios de gambones
(las cabezas y pieles para preparar el caldo)
1 diente de ajo
Perejil
2 huevos
1 trozo de pan de unos 6 cm
remojado en leche
2-3 cucharadas soperas de pan
rallado
Una pizca de sal
Harina para rebozar
Aceite de oliva para freír.
Para la salsa:
1 cebolla mediana
1 pimiento verde
2 dientes de ajo
3 tomates maduros
150 gramos de guisantes
congelados (si no te gustan no los pongas)
1 vasito de vino blanco
½ litro de caldo de marisco
Sal, pimienta.
Lo primero que haremos es
preparar el caldo con las cabezas y las pieles de los gambones, como las
cabezas son grandes es mejor partirlas en trocitos pequeños, pondremos una olla
con un par de cucharadas de aceite de oliva, una vez caliente pondremos las
cabezas y rehogamos hasta que empiecen a tostarse un poco, cubrimos con un
litro de agua y dejamos cocer unos 15
minutos, colar y reservar.
Para preparar las albóndigas trituramos
juntos el bacalao, los gambones, el ajo, el perejil y el trozo de pan remojado
en leche.
Añadimos un poco de sal y los
huevos, amasamos bien todo el conjunto y añadimos dos o tres cucharadas de pan
rallado, lo suficiente para poder hacer las bolas pero que la masa no nos quede
excesivamente dura.
Pasamos las albóndigas por harina
y las freímos en aceite de oliva (en cantidad suficiente), una vez doradas por
todos los lados las retiramos y reservamos.
En ese mismo aceite pondremos los
dientes de ajo en trocitos pequeños, una vez que empiecen a tomar color
añadiremos el pimiento verde cortado en trocitos pequeños, la cebolla cortada
también pequeña, dejamos pochar lentamente hasta que la cebolla esté ligeramente
dorada. Añadimos el tomate y dejamos cocinar hasta que pierda toda el agua, en
este punto pondremos el vino blanco, dejamos reducir unos minutos, añadimos los
guisantes, un poco de sal, pimienta y el caldo que habíamos reservado, dejamos
cocer unos 10 minutos y luego añadimos las albóndigas que dejaremos cocer otros
15 minutos, hasta que la salsa quede ligada (si se seca en exceso podemos poner
un poco más de caldo).
Rectificar de sal y pimienta,
servir acompañadas de puré casero de patatas.
De lujazo, a mi como me lo pongan me encanta el bacalao.Buenas noches.Doris mis cosillas.
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