Esta receta ya está en el blog incluida en la receta de una
tarta, pero creemos que es una preparación lo suficientemente importante como
para que tenga una entrada propia.
La yema pastelera no es
complicada, pero hay que enfriarla convenientemente para que no se ponga de un
color verdoso.
Una vez enfriada la podemos
guardar bien tapada en el frigorífico unos pocos días.
Poniéndola azúcar por encima la
podremos tostar y queda realmente muy buena.
INGREDIENTES:
200 gr de huevos
200 gr de azúcar
90 ml de agua
10 gr de maicena.
Mezlcar los huevos y el agua con
la varilla despacio sin formar espuma, colar con un chino dando vueltas fuertes
con la varilla para que pase la clara de huevo y no las impurezas que a veces
tienen los huevos.
Mezclar el azúcar y la maicena.
Añadir esta mezcla al cazo donde
tenemos los huevos con el agua, calentar hasta que se espese como si fuese una
crema pastelera, sin dejar de remover para que no se pegue, una vez lista la
pasamos a una fuente o molde y la vamos moviendo con una lengua durante unos 10
minutos hasta que este fría, de este modo evitamos que se oxide y se vuelva
verde.
Conservar en frío y tapada hasta
su utilización.
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