Estas galletas son muy crujientes y tienen mucho sabor a
miel y jengibre, así que si no os gusta alguna de estas dos cosas mejor no las hagáis.
A nosotros nos han gustado mucho porque nos encanta el
jengibre y la miel, la de azahar es muy aromática
por lo que las galletas inundan la casa de aroma. Podéis usar una miel de sabor más suave si no queréis que el sabor sea tan intenso y predomine el jengibre o incluso si no os gusta la miel usar otro tipo de melaza estilo sirope de maíz.
INGREDIENTES:
225 gr de harina
100 gr de azúcar moreno
2 cucharaditas de levadura tipo royal en polvo
2 cucharaditas de bicarbonato sódico
½ cucharadita de sal
½ cucharadita de canela
1 cucharadita de jengibre en polvo
100 gr de mantequilla sin sal cortada en cubos
100 gr de miel de azahar
Precalentar el horno a 180º con calor por arriba y por
abajo.
Preparamos dos bandejas de horno planas con papel
En un cuenco pondremos la harina, el azúcar, la levadura, el
bicarbonato, la sal, la canela y el jengibre, mezclamos bien.
Incorporamos la mantequilla en
dados pequeños, trabajamos la masa con las manos o con un tenedor, estrujando
bien para hacer que se integre la mantequilla. Añadimos la miel y terminamos de
amasar.
Tomamos pequeñas porciones de
masa y hacemos bolitas (unos 25 gr cada una) pasamos cada bolita por el azúcar
moreno, pasamos a la bandeja de horno dejando bastante separación entre cada
galleta porque aumentan de tamaño. Aplastar ligeramente (solo un poquito).
Cocer en el horno durante 10
minutos, no las dejéis más porque se pondrán excesivamente duras, dejar enfriar
sobre una rejilla. Conservar en una lata.
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