Las albóndigas son un plato muy
socorrido y
delicioso, acompañadas de patatas, puré, pasta o arroz constituyen un plato muy completo. Por todo eso siempre andamos buscando nuevas formas de hacerlas.
delicioso, acompañadas de patatas, puré, pasta o arroz constituyen un plato muy completo. Por todo eso siempre andamos buscando nuevas formas de hacerlas.
Para mí lo más pesado es hacer
las albóndigas en si, por lo que suelo hacer bastante cantidad, un kilo más o
menos de carne, de esta forma hago siempre dos recetas de albóndigas con salsas
distintas.
Esta vez hice lo mismo, así que
hemos preparado esta receta gratinadas con queso, que son ideales para
acompañar con un poco de pasta y otras con una salsa diferente que
acompañaremos con un arroz con parmesano.
INGREDIENTES:
250 gr de carne de ternera picada
250 gr de carne de cerdo picada
1 huevo
75 gr de queso parmesano rallado
(o algún queso de oveja curado que tengáis en casa)
40 gramos de pan seco sin corteza
mojado en leche
Sal, pimienta
½ diente de ajo picadito
Perejil.
Harina para rebozar
Aceite de oliva virgen extra para
freír.
PARA LA SALSA:
3 cucharadas de aceite de freír
las albóndigas
1 bote de tomate tipo casero (el
de Hida es muy bueno, el de la marca Día
tampoco está mal)
Albahaca
1 diente de ajo
1 ½ cucharadita de orégano
1 vaso de agua.
Ponemos a remojar el pan con un
poco de leche durante 5 minutos, luego escurrimos el exceso y ponemos en un cuenco
junto con las carnes, el huevo, sal, pimienta, el diente de ajo cortado en
trocitos y el perejil, amasamos bien todo, luego añadimos el queso parmesano
rallado o el que estemos usando y volvemos a mezclar bien.
Hacemos bolitas del mismo tamaño
(a mí me salen unas 20 unidades) que pasamos ligeramente por harina.
En una sartén pondremos abundante
aceite de oliva a calentar, doramos las albóndigas por todos los lados, las
reservamos en una cazuela.
Dejamos en la sartén solo unas
tres cucharadas de aceite de oliva, en ese aceite doramos el ajo partido en
trocitos que teníamos reservado para la salsa.
Añadimos el bote de salsa de
tomate, la albahaca y el orégano, rehogamos todo junto un par de minutos,
añadimos el agua y cuando rompa a hervir pasamos la salsa a la cazuela de las albóndigas.
Cocinamos a fuego lento durante
20 minutos cuidando que no
se peguen al fondo de la cazuela, una vez listas las pasamos a una fuente apropiada
para ir al horno, cubrimos con queso mozzarella (o si os gusta otro podéis
ponerlo), colocamos la fuente en el horno y cocinamos con aire y gratinador a
200º hasta que el queso esté bien dorado.
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