¿Habéis probado la costilla de
cerdo cocinada en la slow cooker? Para los que no la habéis probado os puedo
decir que es un auténtico lujo, también es importante que la costilla sea de
calidad, y desde luego la mía siempre es de una calidad fabulosa, para
encontrar una costilla tan buena solo os tenéis que pasar por Carnicerías
Sebastian Garcia en Peñaranda de Bracamonte o entrar en su web, yo os
explico cómo hacerla.
El que no tenga slow cooker puede
confitar la costilla en una olla a fuego muy lento, lo más lento posible.
INGREDIENTES:
1 kg de costillas de cerdo
cortadas en dos tiras
3 dientes de ajo
Sal, pimienta
Tomillo, romero
Aceite de oliva suave
Para la salsa barbacoa:
1 cebolla
(Los ajos confitados de la
costilla) un diente de ajo
150 ml de zumo de naranja
1 cucharada sopera de miel
6 cucharadas de salsa de tomate
tipo casero
Un chorrito de salsa Worcester
Salpimentamos las costillas,
colocamos los dientes de ajo enteros en el fondo de la slow cooker, colocamos
las costillas, añadimos una ramita de tomillo y otra de romero, cubrimos con
aceite de oliva. Cocinamos primero en alta un par de horas y luego en lenta
hasta que la costilla este tierna (que salga el hueso fácilmente).
Sacamos la costilla del aceite y
la colocamos en una fuente de horno, reservamos.
Quitamos los ajos que
aprovecharemos para hacer la salsa.
Poner un poco de aceite en una
sartén, sofreír primero el diente de ajo cortado en trocitos, añadir la
cebolla, cuando la cebolla este lista añadir los ajos confitados sin la piel,
añadir el zumo, la miel, la salsa Worcester, una cucharada de vinagre y la
salsa de tomate.
Retirar todo el aceite de
confitar las costillas, recoger el jugo que han soltado y añadirlo a la salsa,
dejar cocer un poco, triturar y pasar por un colador para que quede más fina.
Pintar las costillas con un poco
de salsa y poner a dorar en el horno con el gratinador, servir calientes con el
resto de la salsa.