Estoy más feliz que una perdiz
con mi slow cooker, me encantan las texturas de las carnes y las legumbres. El
cocido ya siempre lo hago en mi olla, buenos en mis ollas porque con una en
casa para el cocido no tenemos suficiente, así que tengo que poner las dos.
Encontré esta receta en la web de
“CARNE DE
CONEJO” y yo la he adaptado para hacerla con un conejo entero que es lo que
tenía. He confitado el conejo en la slow cooker porque no tengo otra forma
mejor de hacerlo ya que no dispongo de envasadora al vacío. Pero la slow cooker es perfecta para confitar
las cosas y el conejo ha quedado de escándalo, y es tan fácil de hacer.
Si no disponéis de slow cooker podéis
confitar el conejo poniéndolo en una cazuela o cazo cubierto con aceite a fuego
lo más suave posible hasta que esté bien tierno.
INGREDIENTES:
1 Conejo en trozos
Aceite de oliva virgen extra
suave
Ramita de tomillo, romero, salvia
(o las hierbas que más os gusten)
6 dientes de ajo sin pelar.
Un manojo de cebolla tierna
50 gr de orejones
Troceamos el conejo y lo salamos
(yo he puesto también el hígado y los riñones), ponemos en la slow cooker los
dientes de ajo, el conejo por encima, cubrimos con aceite de oliva y pondremos
a cocinar primero en alta hasta que empiece a burbujear y luego en lenta hasta
que esté tierno. Añadimos las hierbas aromáticas.
Para en encebollado pondremos un
poco de aceite en una sartén, pelamos las cebollas tiernas y las cortamos en
juliana fina, cortamos las ciruelas y los orejones también en trocitos
pequeños, ponemos todo junto a pochar con un poco de sal a fuego bajo hasta que
esté bien hecho.
Sacamos el conejo del aceite a
una fuente, reservamos el aceite para confitar otra carne, rescatamos el jugo
del conejo que habrá quedado debajo y lo pasamos a una salsera.
Servimos el conejo con una cama
de encebollado debajo, salseamos, acompañamos con puré de patata o con patatas
asadas.