Después de muchos meses sin poder publicar nada os traigo una receta que hice ayer coriendo para el cumple de mi hijo, se prepara en un momento pero es mejor dejarla de un día para otro para que coja cuerpo y se impregnen vien los sabores.
Hace unos días Patrica subió la Tarta Rivelle, una preciosidad de tarta que me sirvió de inspiración para darle forma a la mia, aunque como podreis comprobar son dos tartas bien diferentes, la suya es más bonita y sus fotos preciosas.
Para hacerla vamos a necesitar:
500 ml de nata para montar
Un sobre de gelatina de piña
2 latas grandes de piña en su
jugo
3 cucharadas soperas de azúcar
Una copa de ron
1 paquete de sobaos
250 ml de agua (o parte de agua y
parte del jugo de la piña)
Cerezas en almíbar (opcional)
Abrimos las latas de piña, las
pasamos a un colador y reservamos el jugo, dejamos un poco más de la mitad para
bañar los sobaos.
Medimos 250 ml de jugo o agua,
ponemos en un cazo y llevamos a ebullición, disolvemos el contenido del sobre
de gelatina, dejamos que se enfríe hasta llegar a temperatura ambiente,
trituramos 4 rodajas de piña hasta que queden bien finas y mezclamos con la
gelatina, reservamos.
Buscamos un molde redondeado (yo
usé el cuenco de la báscula de cocina, pude de ser un bol redondo grande o bien
se puede hacer en un molde normal que no sea esférico) ponemos un papel film en
el molde para que luego sea fácil sacar la tarta. Cubrimos con rodajas de piña
y si queremos ponemos en el centro una cereza.
Añadimos al jugo de piña que teníamos
reservado la copa de ron, mojamos los sobaos en el jugo y los colocamos de
forma ordenada cubriendo las rodajas de piña.
Montamos la nata con el azúcar (no
debe quedar demasiado montada, pero tampoco liquida) con una lengua vamos
añadiendo la mezcla de gelatina y piña, mezclamos con cuidado para que no se
baje la nata, una vez que esté bien mezclada la volcamos sobre los sobaos,
alisamos y cubrimos con más sobaos, tapamos con papel film y dejamos en la
nevera de un día para otro (si hay mucha prisa se puede poner un par de horas
en el congelador, pero no es una tarta helada)
Al día siguiente quitamos el
film, damos la vuelta sobre un plato y terminamos de quitar el film que habíamos
puesto al principio antes de poner la piña, decoramos con las rodajas de piña y
cerezas en almíbar.