Hace ya un montón de años que
tengo un libro que se llama “Pasión por el chocolate” de Trish Deseine, lo
compré en Círculo de Lectores y lo he usado poco, me encanta mirarlo, pero casi
nunca me decido por ninguna de las recetas, a algunas les tengo ya muchas
ganas, sobre todo a una especie de sacher que tiene una pinta fabulosa y que es
muy distinto del Sacher clásico. Pues bien, esta vez después de ver el libro
por enésima vez, al fin me he decidido
por estas magdalenas. Están de vicio, con un sabor fabuloso a miel, a mi me han
encantado, espero que a vosotros también.
Complicación a la hora de
hacerlas solo tienen el momento de juntar las claras montadas al resto de la
preparación, que no se queme el chocolate al deshacerlo, por lo demás si
disponéis de una buena maquina se hacen en un momento.
Esta receta de magdalenas no
lleva ningún tipo de levadura, solo con el montado de las yemas y el azúcar por
un lado y las claras por el otro adquiere la suficiente esponjosidad.
Para hacerlas necesitamos:
150 gramos de chocolate negro
70 gramos de mantequilla
5 huevos (claras separadas de las
yemas)
125 gramos de azúcar
4 cucharadas soperas de miel
150 gramos de harina
Lo primero calentaremos el horno
a 190º-200º C, con calor por arriba y por abajo.
Fundimos el chocolate y la
mantequilla en el microondas o bien al baño Maria, teniendo cuidado de que no
se queme el chocolate, mezclamos bien y dejamos enfriar.
Batimos las yemas con el azúcar
hasta que espesen y se vuelvan de color amarillo pálido. Añadimos el chocolate
fundido y la miel, mezclamos bien y por ultimo incorporamos la harina.
Montamos las claras a punto de
nieve no muy fuerte y las agregamos a la masa con movimientos envolventes.
Llenamos los moldes, yo he usado
de dos tipos el acanalado tipo concha y luego capsulas de magdalenas mini,
horneamos unos 10-12 minutos hasta que al pinchar salga limpio, dejamos enfriar
antes de lanzarse a ellas.
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