Los helados me gustan en todas
las épocas del año. El granizado de limón me encanta en verano y me tomaría uno
cada día, pero claro no es posible, más que nada por el azúcar que lleva,
aunque en muchas ocasiones lo hago con edulcorante para que lo pueda tomar mi
marido, me parece que no lo he subido al blog y creo que ya va siendo hora (con
edulcorante no está mal pero desde luego sabe igual que con azúcar).
Del resto de helados me gustan
casi todos los sabores, menos el de menta, el de chocolate me gusta pero en
pequeñas cantidades, me encantan los de frutas. Uno de mis recuerdos de Palma
de Mallorca son las heladerías italianas, con una variedad impresionante de
helados. El de ron con pasas me chifla, y el de tuti-fruti también.
Para muchos este helado es ya un
poco antiguo, pero a mí me encanta. Ahora están muy de moda los helados de
yogur, yo sintiéndolo mucho y aunque sé que voy a contracorriente me inclino
por los helados de toda la vida, cada uno con su sabor, cada uno con la gracia
que le da el artesano heladero. Desde luego en cuanto a precio seguro que son
más baratos de producir los de yogur, porque sobre un helado base solo hay que
añadir por encima el resto de ingredientes.
Este helado se puede hacer en
casa, con o sin heladera, es infinitamente más sano que los que venden de tipo
industrial ya que solo contiene, leche, yemas de huevo, azúcar, nata. Para
hacerlo vamos a necesitar:
1 litro de leche
260 gramos de azúcar
40 gramos de glucosa o azúcar
invertido
1 cucharada de maicena
6 yemas de huevo
½ vaina de vainilla
1 cucharadita de vainilla en
pasta (opcional)
1 brick de nata para montar
Fruta confitada al gusto (yo he
puesto dos tarrinitas de las del Lidl)
Lo primero que haremos es poner
la leche a calentar con la vainilla, la vainilla la abrimos por la mitad y le
sacamos todas las semillas que pondremos en la leche.
En un bol grande pondremos las
yemas de huevo, el azúcar, la glucosa, la maicena y la cucharadita de vainilla,
mezclamos bien y reservamos. Cuanto la leche empiece a hervir la retiramos del
fuego y la añadimos a la mezcla de yemas, movemos bien hasta que esté todo
integrado colamos y ponemos de nuevo en el cazo (mejor lavarlo porque la leche
tiende a pegarse al fondo y luego es posible que se nos pegue la crema) cocemos
a fuego medio-bajo hasta que la crema empiece a espesar (hay que tener cuidado
porque si hierve se puede cortar la crema), enfriamos rápidamente poniendo el
cazo en un bol grande con agua muy fría y hielos. Cuando esté la crema ya fría
la podemos meter en el congelador.
Cada hora aproximadamente vamos
removiendo nuestro helado para que no cristalice, cuando empiece a helarse
montamos la nata y la incorporamos con cuidado, aprovechamos y ponemos también
la fruta confitada.
Ponemos en el congelador el
tiempo necesario para que tome la consistencia deseada, vamos moviendo cada
cierto tiempo para evitar la cristalización.
Hola guapa tu
ResponderEliminarQue propuesta tan divina con estas calores que nos estan haciendo, con tu permiso te COPIO, muchas gracias por compartir tu secreto
mil petonets Susanna
que bien, me encanta la receta, tengo heladera nueva y frutas confitads, un lujo. Gracias por esta entrada. Un beso!
ResponderEliminarUm gelado com frutas cristalizadas deve ser uma delicia..
ResponderEliminarEsta mesmo uma tentação.
bjs
Qué refrescante es un helado y con esta pinta tan deliciosa, aún más... lo malo es que yo no creo que me ponga una bola sino 3! jajajajaja...
ResponderEliminarHermosas fotos :-)
Lxx
mmmmmm.... qué helado más rico!!
ResponderEliminarbesos