MERMELADA DE FRESAS A LA VAINILLA

Si queréis sorprender a los vuestros con una mermelada de fresas espectacular esta es la vuestra, porque la vainilla le aporta a las fresas un sabor muy especial, eso sí sin quitar para nada el sabor a fresa.

Todas las mermeladas caseras son extraordinarias, pero si cabe en la de fresas se nota aún más la diferencia de las industriales. Desde luego hacerla en casa sale más caro, los botes cuestan como mínimo 0.55 céntimos de euro y claro las fresas no las regalan. Pero los que tengáis la suerte de contar con fruta propia, o bien los que sin tener fruta propia puedan conseguirla a un precio asequible, os animo a preparar mermeladas. Son mucho mejores que las industriales, además en las caseras sabemos que solo hay frutas, azúcar y en mucho casos limón.

Si las hacemos correctamente nos pueden durar años en la despensa. Así que animaros que no es complicado.

Ingredientes:

1 kilo de fresas, ½ kilo de azúcar, ½ vaina de vainilla, el zumo de medio limón.

Limpiar bien las fresas, quitar todos los rabos y todas las que estén un poco feas, cortar en trozos medianos, colocar en una olla. Una vez que las tengamos todas limpias y cortadas añadimos el azúcar y el zumo de limón. Abrimos la vaina de vainilla y sacamos bien las semillas, ponemos las semillas y la vaina en la olla junto con las fresas.

Cocemos nuestra mermelada hasta que tenga la consistencia deseada, acordaros de poner un plato en el congelador  de esta manera al enfriarse rápidamente podremos ver si está lista ya.

Hay que ir moviendo la mermelada para que no se nos queme, no os pongo tiempo porque depende mucho del tipo de fresas, es mejor ir comprobando con el método del plato o bien si disponéis de un termómetro para cocina cuando llegue a los 100-104º C.

Cuando tengamos lista llenamos los botes, cerramos y cocemos para esterilizar durante 10 minutos, han de quedar totalmente cubiertos de agua y se empiezan a contar desde que el agua empieza a hervir.

Una vez fríos los podemos etiquetar a nuestro gusto.

CARRILLERA DE TERNERA CONFITADA CON SALSA DE VINO DE NUECES

Confitar las carnes hace que la textura de la carne quede fabulosa y el sabor de la misma es estupendo, además como es una cosa que se hace en el horno y a baja temperatura, casi ni nos tenemos que preocupar por ella, solo pinchar para ver si ya está lo suficientemente tierna y listo.

Esta vez, y eso me pasa por querer comprar barato, las carrilleras no eran tan tiernas como la vez anterior y tuvieron que estar en el horno más tiempo, pero al final quedaron también muy buenas, no tanto como las primeras desde luego, pero al final se podían comer bien.

Para cambiar un poquito esta vez las he puesto solo con unos granos de pimienta, tomillo, romero y ajos sin pelar, luego os explico cómo preparar la salsita.

Ingredientes:

2 carrilleras grandes de ternera de buena calidad (de morucha salen impresionantes)

8 dientes de ajo

1 ramito de tomillo, 1 ramito de romero, unos granos de pimienta.

2 zanahorias

1 cebolla

Sal, pimenta

1 vaso de vino de nueces o Pedro Ximenez.

Aceite de oliva en cantidad suficiente para cubrir las carrileras.

4 tacitas de café de arroz tipo basmati

50 gramos de pasas

½ cebolla

2 cucharadas de piñones

Cúrcuma, sal, pimienta, aceite de oliva

Limpiamos las carrilleras quitándoles la piel exterior que reservaremos. Las colocamos en un recipiente que pueda ir al horno y que queden algo justas, ponemos los dientes de ajo sin pelar, las  hierbas y la pimienta, ponemos al horno a 110-120º durante unas 2-3 horas (dependiendo de la calidad de la carne), si vemos que pasado este tiempo al pinchar aún están duras las dejamos un poco más hasta que estén tiernas.

En la olla rápida pondremos un poco de aceite y salteamos las pieles y los trozos que hemos quitado a las carrilleras con un poco de sal, cuando veamos que están bien doradas añadimos la cebolla cortado en trozos pequeños y las zanahorias en rodajas, dejamos pochar a fuego lento y cuando esté bien pochado todo le añadimos el vaso de vino, dejamos reducir un poco para que pierda algo de alcohol, añadimos ½ vaso de agua, cerramos la olla y la dejamos al fuego unos 10 minutos, pasado este tiempo abrimos la olla y retiramos las pieles de la carne, trituramos la salsa, reservamos.

Sacamos las carrilleras del aceite, dejamos enfriar un poco y las cortamos en lonchas gruesas, separamos el aceite de los jugos que ha soltado la carne, cuando tengamos solo los jugos, las hierbas y los ajos con un colador lo pasamos a la olla en la que tenemos la salsa, apretamos bien con una mano de mortero para sacar todo el jugo y la carne de los ajos que estará también confitada. Ponemos de nuevo al fuego y dejamos que reduzca un poco, si vemos que ha quedado demasiado liquida podemos añadir una cucharadita de maicena con un poco de agua.

Colamos la salsa y reservamos.

Para preparar el arroz, cocemos primero el arroz en abundante agua con sal, mientras tanto en una sartén con un poco de aceite doramos los piñones y los reservamos, en el mismo aceite pochamos la cebolla picada bien pequeñita, cuando la cebolla esté lista añadimos las pasas que las tendremos a remojo durante un rato, ponemos una cucharada de cúrcuma, un poco de pimienta y por último el arroz cocido y bien escurrido, damos unas vueltas  para que todo tome los sabores y ya lo tenemos listo para acompañar la carne.

Para servir la carne la salamos por los dos lados y la pasamos un momento por la sartén, lo justo para que se doré un poco y se caliente, servimos con un poco de salsa, el arroz y el que quiera unas setas salteadas.

GALLETAS FÁCILES CON M&M

El mes de Junio estuve haciendo los 3 cursos de galletas decoradas con glasa de postreadicción, que aun que el fondant lo tenemos dominado la glasa aun nos quedaba pillare el punto, allí es donde descubrí estas galletas, que además de estar muy ricas son facilísimas de hacer no se tarda más de 5 minutos en elaborarlas y los 12 minutos aproximadamente que  tarden en hornearse.

No tienen ninguna dificultad, lo único que nos advierte Julia es que aun que al principio parezca que no se va unir y tengamos tentación de añadir liquido no lo hagamos, al final queda una masa perfecta sin cuestión de añadir nada.

Ingredientes:

200 gr Harina, 5 gr Azúcar vainilla, 125 gr Mantequilla a temperatura ambiente, 75 gr Azúcar moreno, Una piza sal y una bolsita de M&M

Elaboración:

Precalentar el horno a 200ºC

Mezclar todos los ingredientes menos los M&M hasta que quede una masa homogénea, hacer bolas y aplastar las un poco, poner sobre bandeja de horno con papel de hornear y colocar los 3 M&M incrustándolos un poco.

Hornear durante 12 minutos aproximadamente.

Dejarlas enfriar un poco, luego pasar a una rejilla  y dejar que terminen de enfriarse.

GAZPACHO DE SANDIA

Después de probar el gazpacho de melón y el de melocotón de agua me pareció que el de sandia tenía que estar también muy rico, a mi no es que me sienten muy bien los gazpachos por el ajo, pero procuro ponerles la menor cantidad posible y así soy capaz de tolerarlos, este desde luego no me iba a quedar con las ganas de probarlo, no me ha defraudado, está muy bueno, además es una forma interesante de gastar esas sandias que no están del todo dulces y que vemos que nadie tira de ellas.

Estos gazpachos son muy refrescantes, mucho más que el tradicional, y en este caso mucho más ligero porque no lleva pan y el aceite lo pone cada uno a su gusto, así que se puede decir que es un plato light.

La cantidad de vinagre y aceite es bastante personal, no voy a poneros una cantidad, con un buen chorro de aceite es suficiente, pero el que esté a dieta que le ponga solo un par de cucharadas y listo. El resto de los ingredientes también son personalizables, yo no le he puesto ni pimiento ni pepino porque creo que iba a matar demasiado el sabor de la sandia.

Ingredientes:

4 tomates hermosos maduros

Sandia, aproximadamente la misma cantidad que de tomate

1 trocito pequeño de cebolla

1 ajo minúsculo

Sal, aceite de oliva, vinagre.

Pelar los tomates y poner en un bol grande, quitar la cascara a la sandia y trocearla, ponerla junto con el tomate, añadir la cebolla, poner el ajo al que habremos quitado el germen, un poco de sal, un chorro de vinagre,  aceite al gusto. Triturar bien fino, pasar por un colador para quitar los restos de las semillas de la sandía, dejar enfriar bien antes de servir. Servir decorado con un trocito de sandia.    

MACEDONIA DE VERANO A LA VAINILLA – DESHUESADOR DE CEREZAS CASERO Y BARATO

Me repito más que una ajo, pero os voy a volver a decir que suelo hacer macedonias cuando empiezan a quedar frutas en el frutero que nadie se come, de esta forma les suelo dar salida fácilmente, esta macedonia lo único que tiene de especial es que he puesto una cucharadita de pasta de vainilla de Home Chef y que las frutas empleadas (menos la piña, que era de bote) son frutas ya típicas de primavera-verano.

Como es prácticamente un aprovechamiento de resto cada uno que le ponga lo que tenga en su frutero y que vea que no le meten mano.

Para hacer esta macedonia necesitamos un deshuesador de cerezas, normalmente estos aparatitos suelen ser bastante caros, el otro día en un blog vi unos pasteles de cereza que me gustaron mucho y deje un comentario diciendo que los haría en cuanto comprase un deshuesador para cerezas, entonces la autora de dicho blog me escribió diciéndome como hacer uno casero, así que desde aquí las gracias a Nika de DeNIKAtessen por enviarme ese correo con el enlace, enlace que no debéis dejar de visitar, el deshuesador funciona de maravilla, solo hay que practicar un poco con él.

Ingredientes:

2 fresquillas (también llamados melocotones de agua), 3 paraguayos, 250 gramos de cerezas, 1 bote de piña en su jugo pequeño, 1 cucharadita de pasta de vainilla home chef, 3 cucharadas de azúcar, el zumo de un limón.

Deshuesar las cerezas con nuestro fantástico deshuesador casero o con el que tengáis y ponerlas en un bol grande junto con el azúcar, pelar y trocear el resto de las frutas y poner en el bol, añadir el jugo del bote de piña, cortar la piña en trocitos y añadir al bol, mezclar bien una cucharadita pequeña de pasta de vainilla Home Chef, dejar macerar todo junto al menos una hora antes de servir.

ENSALADA DE JUDIAS VERDES, CON MAYONESA DE AGUACATE

Estos días de calor apetecen recetas frescas y sencillas de hacer, esta receta es una de ellas, como siempre os digo es totalmente personalizable, cada uno que le ponga las cosas que más le gusten.

Se pueden tener las judías verdes cocidas con antelación porque se ponen frías, yo he puesto un poco de atún en aceite, pero unos langostinos cocidos pelados le quedarán geniales, también se puede completar con un poco de patata cocida y ya tendríamos un plato único, en fin multitud de posibilidades. Ya me contareis que versión habéis preparado.

Hasta ahora no os he hablado del regalo que me hicieron por participar en el reto de los 300 de Sabor en Cristal, una de la recetas que subí para reto resultó elegida por la comunidad Murciana, El caldero, por ello Baeturia me envió las dos botellas que veis en la foto y que son un de un aceite ecológico, lo hemos probado con pan que personalmente me parece la mejor forma de saber si un aceite es bueno o no y hoy lo hemos usado en esta ensalada para aliñar una vez montado el plato.

El aceite es francamente estupendo, tiene un sabor y un color fabulosos. Yo lo voy a cuidar mucho y solo lo voy a emplear en ensaladas y desde luego con pan.

Uno de los aceites es la variedad morisca y la otra carrasqueña

Los podéis encontrar en su página en un pack de degustación

Para esta necesitamos:

500 gramos de judías verdes cocidas y frías

½ lechuga

1 tomate grande

¼ de cebolla

2 latas de atún en aceite

Aceite de Oliva virgen extra  Baeturia ecológico

Para hacer la mayonesa de aguacate necesitamos:

1 aguacate

100 ml de aceite

Sal, una cucharadita de pimentón

1 diente de ajo pequeño

½ limón

Cortamos la lechuga en trocitos pequeños y la ponemos en un bol, hacemos lo mismo con la cebolla, pelamos en tomate y lo cortamos en cuadraditos, salamos un poco y distribuimos la ensalada en los cuatro platos, añadir un poquito de aceite (Baeturia por ejemplo), colocar encima las judías verdes, y sobre ellas una buena cantidad de nuestra mayonesa de aguacate (ahora os cuento como hacerla), en un lado ponemos el atún.

Para hacer la mayonesa, pelamos el aguacate y lo ponemos en un vaso de la batidora, ponemos también el ajo pelado y sin el germen, sal, el zumo de medio limón, una cucharadita de pimentón (al que le guste le puede poner picante), el huevo y el aceite, lo trituramos todo desde abajo hasta que se nos convierta en una mayonesa.

HELADO DE TUTI-FRUTI

Los helados me gustan en todas las épocas del año. El granizado de limón me encanta en verano y me tomaría uno cada día, pero claro no es posible, más que nada por el azúcar que lleva, aunque en muchas ocasiones lo hago con edulcorante para que lo pueda tomar mi marido, me parece que no lo he subido al blog y creo que ya va siendo hora (con edulcorante no está mal pero desde luego sabe igual que con azúcar).

Del resto de helados me gustan casi todos los sabores, menos el de menta, el de chocolate me gusta pero en pequeñas cantidades, me encantan los de frutas. Uno de mis recuerdos de Palma de Mallorca son las heladerías italianas, con una variedad impresionante de helados. El de ron con pasas me chifla, y el de tuti-fruti también.

Para muchos este helado es ya un poco antiguo, pero a mí me encanta. Ahora están muy de moda los helados de yogur, yo sintiéndolo mucho y aunque sé que voy a contracorriente me inclino por los helados de toda la vida, cada uno con su sabor, cada uno con la gracia que le da el artesano heladero. Desde luego en cuanto a precio seguro que son más baratos de producir los de yogur, porque sobre un helado base solo hay que añadir por encima el resto de ingredientes.

Este helado se puede hacer en casa, con o sin heladera, es infinitamente más sano que los que venden de tipo industrial ya que solo contiene, leche, yemas de huevo, azúcar, nata. Para hacerlo vamos a necesitar:

1 litro de leche

260 gramos de azúcar

40 gramos de glucosa o azúcar invertido

1 cucharada de maicena

6 yemas de huevo

½ vaina de vainilla

1 cucharadita de vainilla en pasta (opcional)

1 brick de nata para montar

Fruta confitada al gusto (yo he puesto dos tarrinitas de las del Lidl)

Lo primero que haremos es poner la leche a calentar con la vainilla, la vainilla la abrimos por la mitad y le sacamos todas las semillas que pondremos en la leche.

En un bol grande pondremos las yemas de huevo, el azúcar, la glucosa, la maicena y la cucharadita de vainilla, mezclamos bien y reservamos. Cuanto la leche empiece a hervir la retiramos del fuego y la añadimos a la mezcla de yemas, movemos bien hasta que esté todo integrado colamos y ponemos de nuevo en el cazo (mejor lavarlo porque la leche tiende a pegarse al fondo y luego es posible que se nos pegue la crema) cocemos a fuego medio-bajo hasta que la crema empiece a espesar (hay que tener cuidado porque si hierve se puede cortar la crema), enfriamos rápidamente poniendo el cazo en un bol grande con agua muy fría y hielos. Cuando esté la crema ya fría la podemos meter en el congelador.

Cada hora aproximadamente vamos removiendo nuestro helado para que no cristalice, cuando empiece a helarse montamos la nata y la incorporamos con cuidado, aprovechamos y ponemos también la fruta confitada.

Ponemos en el congelador el tiempo necesario para que tome la consistencia deseada, vamos moviendo cada cierto tiempo para evitar la cristalización.

EL POLLO ESCABECHADO DE LA TIAMARICONSO A MI MANERA

Mi amiga Mari prepara un pollo escabechado que está muy rico,  como en casa les gusta mucho me he decidido a hacerlo.  Casi siempre hago en escabeche el pescado y las codornices pero lo cierto es que nunca había hecho pollo escabechado. Al final lo he preparado a mi manera, no podía ser de otra forma claro, he partido de lo que recordaba del suyo, pero lo he adaptado a mi forma de cocinar y mis gustos personales.

El resultado no podía ser mejor, nos ha encantado, así que lo prepararemos más veces, la próxima van a ser solo alas, ha sido idea de mi marido. Es un plato que va fenomenal para el verano porque lo puedes tener preparado con antelación y solo es sacarlo de la nevera y disfrutar.

La receta no puede ser más sencilla, yo lo hago todo en la olla rápida y de esta manera solo ensucio una cosa, lo podéis hacer con cualquier parte del pollo, porque al ser en escabeche no quedará seco.

Ingredientes:

½ Pollo de la parte baja, más las alas.

2 cebollas pequeñas

2 zanahorias

6 dientes de ajo

1 cucharada de pimienta en grano

Sal, pimienta, ½ taza de café de aceite de oliva

1 vaso de vino blanco

1 vaso de vinagre

1 vaso de agua.

Lo primero que tenemos que hacer es quitar los restos de plumas al pollo, lo troceamos y salpimentamos. Ponemos en la olla el aceite y doramos el pollo, retiramos y reservamos.

En el mismo aceite pondremos los ajos pelado y fileteados gruesos, dejamos dorar teniendo como siempre cuidado para que no se quemen, cuando ya estén añadimos las zanahorias peladas y cortadas en rodajas finas, dejamos unos 5 minutos y ponemos las cebollas cortadas en juliana, salamos, bajamos el fuego y dejamos pochar a fuego lento hasta que empiece a tomar color.

Volvemos a poner el pollo en la olla así como el vino, el vinagre, el agua y la pimienta, cerramos la olla y la dejamos cocer unos 10-15 minutos (depende de vuestra olla claro) hasta que esté tierna la carne. Dejamos enfriar y servimos en frío, lo podemos acompañar con ensalada.

PASTELITOS DE PATATA Y CHOCOLATE, CON GLASEADO DE CHOCOLATE AL RON

Supongo que muchos al ver el titulo habréis pensado que la patata va cocida, de hecho hay infinidad de cocas que se hacen con patata cocida, pues NOOOOOOOOOO, la patata no va cocida va CRUDA, horror estaréis pensando ahora mismo.

Y claro después de esta afirmación y de la consiguiente cara de estupor viene la pregunta del millón  ¿Y eso está bueno?, pues SI, muy rico, para nada parece que lleve patata, y mucho menos que esta esté cruda.

He de reconocer que la idea no es mía, ya me gustaría ser tan original pero no, esta sacado de un libro que se llama REPOSTERIA, este libro lo daban en la Caja de Ahorros del Penedés (cuando aún se llamaba así) allá por el año 1978,  vamos que el libro tiene unos cuantos añitos ya, sin ser un libro demasiado extenso está cargado de unas recetas fantásticas, muy bien ilustradas para tener tantos años. Además casi todo lo he preparado del mismo sale a la perfección.

Este pastel me parecía un reto, los de calabaza, zanahoria son fabulosos así que había que hacer la prueba. La única pega que tiene por ponerle alguna es que se desmiga bastante, pero de sabor está muy rico y el glaseado le queda fabuloso.

¿Qué tan atrevidos sois? El que no tenga miedo va a necesitar:

200 gramos de patas peladas y ralladas

50 gramos de chocolate

125 gramos de mantequilla a temperatura ambiente

2 cucharadas de cacao en polvo

100 gramos de azúcar

1 sobre de azúcar de vainilla

1 pizca de sal, ½ cucharadita de jengibre en polvo, ½ cucharadita de canela molida

2 huevos grandes

75 gramos de almendras molidas
150 gramos de harina

1 cucharada de postre de levadura en polvo

4 cucharadas de leche.

Para el glaseado de chocolate y ron:

1 clara de huevo

150 gramos de azúcar en polvo

2 cucharadas de cacao en polvo

4 cucharas soperas de ron

Precalentamos el horno a 180º C con calor por arriba y por abajo.

Preparar un molde o bien varios individuales untándolos con mantequilla y harina o con spray desmoldeador. (En caso de usar un solo molde el tiempo de horno será superior aprox unos 50  minutos, en caso de moldes medianos más grandes que los de magdalenas el tiempo se reducirá a unos 30 minutos, en ambos casos pinchar primero para comprobar, si el palillo sale limpio es que ya lo tenemos listo)

Pelamos la patata, la lavamos y la rallamos, después de pesarla la pasamos a un colador donde le sacaremos toda el agua posible. Derretimos el chocolate y lo reservamos.

Ponemos en la batidora los azucares junto con la mantequilla y batimos hasta que blanquee, añadimos las especias y los huevos de uno en uno, por ultimo ponemos la leche y mezclamos bien.

En otro recipiente ponemos la harina, la harina de almendra, la levadura y el cacao en polvo, mezclamos bien y lo añadimos  a la mezcla de huevos hasta que esté todo integrado, añadimos el chocolate derretido y la patata, volvemos a mezclar hasta que todo se integre y pasamos al molde o moldes.

Hornear durante el tiempo necesario para el molde que estés usando, dejar enfriar durante unos 5 minutos dentro de los moldes y luego pasar a una rejilla para que se terminen de enfriar.

Para preparar el glaseado tamizaremos el azúcar y el cacao en batidora, añadimos la clara de huevo y las 4 cucharadas de ron y batimos con las varillas a velocidad lenta hasta que esté bien homogénea.

Cubrimos los pasteles con una capa de glaseado y decoramos al gusto. Los míos al ser pequeños los he ido mojando en el glaseado, dejamos que el glaseado se seque un poco antes de comerlos.

Espero que os gusten.

ENSALADA DE PATATAS, AGUACATE Y SALMON CON SALSA DE LIMÓN

Casi siempre suelo cambiar alguna cosa de las recetas que preparo y que saco tanto de algún libro como de alguna revista. En este caso no he cambiado nada y después de probar la receta acabada para la próxima vez la preparé de otra forma, en vez de hacerla en forma de milhojas de patata haré todo en cuadraditos pequeños y añadiré un poco de cebolla bien partida.

El plato resulta bastante vistoso y queda rico, pero le falta un poco de alegría y para mi gusto la salsa habría sido más adecuada la de mostaza y eneldo que esta de limón y eneldo, en conjunto se puede decir que no está mal el plato, pero desde luego es mejorable.

Para hacerlo necesitamos:

4 patatas

2 aguacates

200 gramos de salmón

2 limones

Eneldo

Aceite de oliva

Sal, pimienta, azúcar, 1 cucharada de eneldo.

Cocer las patatas en  agua y sal hasta que estén tiernas, dejar enfriar y hacer rodajas. Pelar lo aguacates y cortar en rodajas, rociar con el zumo de medio limón para que no se pongan negros. Cortar el salmón en trozos.

Para la salsa de limón, pondremos en un bol el zumo de un limón, una cucharadita de azúcar, sal, pimienta, una cucharada de eneldo y aproximadamente el triple de aceite que de limón, batimos bien hasta que emulsione.

Para montar el plato ponemos una capa de patatas y otra de aguacate, salamos un poco, cubrimos con salmón, añadimos un poquito de salsa de limón y volvemos a empezar con las patatas, acabamos el plato con una rosa de salmón, salseamos y servimos.

TARTA MOUSSE DE LEMON CURD

Esta tarta de crema de limón la preparamos para el cumpleaños de mi hermana Loli, lo cierto es que no fue nuestra primera opción. Nos liamos intentando preparar una tarta con diferentes rellenos y al final el resultado no nos convencía y con unas prisas tremendas nos pusimos a preparar esta tarta, para la que nos inspiramos en varias tartas distintas y a la que al final le dimos nuestro toque personal.

El lemon curd está sacado de un libro megacomplicado, creo que es lo único sencillo que hay en el libro, es muy sencillo de hacer y nos sirve tanto para hacer esta tarta como para otras tartas que queramos hacer (la de limón y merengue por ejemplo).

Aunque pueda parecer complicada por la cantidad de pasos que tiene, al final resulta más sencilla de lo que parece.

Se puede preparar tanto con una base de galleta como con una de bizcocho, a mí personalmente me gusta más con un bizcocho pero en esta ocasión la preparamos con galleta porque no teníamos mucho tiempo.

Para hacerla vais a necesitar:

La base:

200 gramos de galletas (tipo Maria mismo, o digestive)

100 gramos de mantequilla

El lemon Curd:

200 ml de zumo de limón

165 gramos de huevos

200 gramos de azucar

100 de mantequilla

Para la Mousse:

8 hojas de gelatina

400 ml de nata para montar

3 claras de huevo

150 gramos de azucar

300 gramos de lemon curd

250 gramos de queso de untar.

Para la capa superior:

El resto de lemon curd

2 hojas de gelatina

3 cucharadas de agua

1 cucharada de zumo de limón

Lo primero que haremos es preparar la base de la tarta, para ello trituramos las galletas con una picadora hasta reducirlas a polvo. Calentamos un poco la mantequilla y la añadimos a las galletas, amasamos un poco, con cuidado cubrimos el fondo de nuestro molde. Nosotras usamos un aro de 22 cm, lo engrasamos un poco y lo ponemos sobre un plato bonito, extendemos en el fondo la galleta y lo dejamos en la nevera para que se enfríe y tome cuerpo.

Ponemos las 8 hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten, mientras tanto vamos preparando el lemon curd.

Mezclamos bien los huevos con el azúcar y el zumo de limón, lo llevamos al fuego y vamos moviendo hasta que espese, hay que tener cuidado de que no se corte, siempre fuego bajo y sin dejar de remover, cuando ya esté espeso retiramos del fuego y ponemos la mantequilla cortada en trozos hasta que se integre.

Separamos los 300 gramos para la mousse, mientras está caliente añadimos las 8 hojas de gelatina bien escurrida, movemos hasta que se disuelva completamente.

Montamos la nata junto con el azúcar, cuando ya esté montada añadimos el queso y batimos hasta que se integre, cogemos una parte de esta mezcla y la añadimos al lemon curd que teníamos con la gelatina, mezclamos con cuidado, luego añadimos todo a la mezcla de nata y queso montados, batimos a velocidad lenta hasta que esté todo bien integrado.

Montamos las claras a punto de nieve y las añadimos a la mousse con cuidado para que no se baje, una vez que este todo bien integrado lo pasamos al aro, alisamos bien la superficie y ponemos en el congelador mientras preparamos la capa de gelatina de lemon curd.

Para la capa superior ponemos a hidratar 2 hojas de gelatina, cuando la tengamos bien hidratada la disolvemos en las 3 cucharadas de agua y la cucharada de zumo de limón que habremos calentado, mezclamos bien con el lemon curd que teníamos reservado y vertemos con cuidado sobre la mousse que ya estará algo cuajada, dejamos en la nevera un mínimo de 2-3 horas antes de servir.

Podemos decorar con unas rodajitas de limón partidas bien finas.