POLLO RELLENO AL QUESO AZUL CON PISTACHOS

Hacer pollo relleno me divierte mucho, me encanta deshuesarlo yo misma, con los años he ido puliendo mi técnica, al principio las abría por detrás y luego los tenía que coser de arriba abajo y ahora ya los deshueso por debajo de esta forma hay que coser menos y mantienen mejor la forma, puede parecer algo difícil  pero todo es cuestión al principio de paciencia y luego con los años se va cogiendo mucha agilidad, pero desde luego no es fundamental para que la receta salga perfecta, para los que no se quieren complicar la vida o lo ven demasiado difícil os propongo que se lo pidáis al carnicero y de esta forma os resultara mucho más fácil.

A mí me gusta dejarle las alitas al pollo, los muslos también me gusta dejarlos, unas veces los dejo con el hueso y en otras ocasiones se lo quito y así también se rellenan un poco, con el hueso mantienen mejor la forma.

El pollo relleno nos da mucho juego porque las raciones que salen son muchas así que nos sirve para comer el primer día en caliente con su salsita, y en los días sucesivos lo podemos emplear tipo fiambre en bocatas o como más nos guste. Se pueden rellenar de muchas cosas, esta que os presento hoy es una de ellas y surgió a raíz de hacer los huevos rellenos de carne, la verdad es que no esperaba que quedase tan rico, ha sido una grata recompensa, así que os animo a hacerlo, he empleado un queso azul más bien corriente, no era una azul de hojas ni un cabrales porque estos quesos son demasiado fuertes y matarían el sabor del resto de las cosas, lo mejor es emplear un queso azul normalito, los que venden ya envasado en porciones van bien.

Ingredientes:

1 pollo grandecito, 600 gramos de carne de cerdo picada, 100 gramos de queso azul, sal, pimienta, 1 huevo, 1 brick de nata, 50 gramos de pistachos ya pelado, 1 cebolla, un chorrito de aceite.

Lo primero que tenemos que hacer es pochar la cebolla picada bien fina en un poco de aceite a fuego lento con un poco de sal hasta que empiece a tomar color, una vez lista la reservamos.

Deshuesamos el pollo o bien se lo pedimos al carnicero, reservamos. En un bol grande pondremos la carne picada, un poco de sal, pimienta, un huevo, 50 ml de nata y lo mezclamos todo bien. Picamos el queso junto con los pistachos en una picadora, lo añadimos a la mezcla de carne, ponemos también la cebolla que teníamos ya pochada y amasamos bien todo el conjunto para que se reparta bien el queso y los pistachos.

Rellenamos el pollo con la farsa que hemos preparado, cosemos las aberturas y le atamos los muslos para que no pierda la forma al asarse, salpimentamos por fuera y colocamos en una fuente que pueda ir al horno. Horneamos a 150-160 durante un par de horas, a mitad de la cocción tapamos con un papel de aluminio para que no se nos queme la pechuga.

Retiramos el pollo a una bandeja de servir, recogemos todo el jugo que nos ha soltado y lo trituramos junto con la nata restante, lo llevamos al fuego hasta que espese un poco, rectificamos de sal y pimienta y servimos junto con la carne que iremos cortando en lonchas más o menos finas dependiendo del comensal. Servir acompañado de unos cogollos de lechuga.