Creo que el salmón es uno de los
pescados que menos nos gustan en casa, salvo marinado claro, pero de tanto en
tanto lo hago con alguna receta nueva a ver si de esta forma nos va gustando
algo más.
Normalmente no tengo problemas
con el pescado en casa, mis hijos siempre han comido todo tipo de pescados,
aprendieron pronto a comerlo ellos solos y salvo en contadas ocasiones en que
son pescados con mucha espina, me tomo la molestia de quitarlas. Por ejemplo
con las Cabras (cabrachos, gallinetas, etc) en estos casos saco los lomos y les
quito las espinas centrales con unas pizas de depilar viejas.
Los pescados grandes casi siempre
los hago en rodajas, pero para algunas preparaciones, rellenos y demás, lo hago
en lomos sin espinas, para esta receta hemos empleado un trozo de la cola al
que le hemos quitado la espina central y limpiado bien los lados para dejarlo
lo más limpio posible.
Ingredientes:
4 trozos de salmón sin espinas
(lomos), sal, pimienta, pìmenta rosa, aceite de oliva virgen extra, un diente
de ajo pequeño, 50 gramos de avellanas, 1 ramita de romero, 1 copa de vino
blanco, dos cucharadas de miel.
Salpimentar las supremas que ya
tendremos limpias, calentar un poco la miel para poder extenderla sobre el
pescado con una brocha de cocina, untar una bandeja apta para el horno con un
poco de aceite, colocar el pescado encima.
Limpiar las avellanas de pieles
oscuras, ponerlas en la picadora junto con el diente de ajo pelado, un poco de
pimienta negra y rosa y el tomillo, triturar todo lo más fino posible, extender
sobre el pescado, añadir la copa de vino blanco y cocer en el horno previamente
calentado a 190 º unos 10-15 minutos dependiendo del grosor del mismo, en los últimos minutos pondremos el grill
para que se doren un poco las avellanas.
Servir bien caliente, un puré de
patatas de acompañamiento puede irle genial.