Mi marido y yo somos los padrinos
de Eva, a la que por circunstancias diversas hemos tardado en bautizar algo más
de 4 años, como la cosa se iba alargando al final sus padres lo han hecho
coincidir con la comunión de sus hermanos Ángel y Lucia que aunque no son
gemelos se llevan poco tiempo, de esta forma hemos celebrado 3 cosas en el
mismo día.
Para este día hemos preparado la
mesa dulce que os presento hoy y que no habría sido posible sin la colaboración
de un montón de gente, a la que desde aquí doy mis más sinceras gracias,
conforme presente las diversas partes de la mesa los iré nombrando. También dar
las gracias al restaurante
“El Paraiso”
por dejarnos montarla, así como por la facilidades a la hora de hacerlo.
Una mesa de estas características
requiere bastante tiempo de preparación porque se ha de pensar en todos los
elementos que queremos poner en ella, desde las galletas, las bandejas, los
platos de las tartas…., se han de elegir los colores o el color que le queremos
dar para que todo resulte armónico. Nosotras elegimos tres colores para esta
mesa, el blanco, el rosa y el verde, y dentro de estos tres nos movimos en las
distintas tonalidades, luego hay alguna cosa que se sale de esos colores pero
que en el conjunto creo que casi ni se nota.
Las etiquetas redondas a juego
con las tartas nos las hizo Pedro Aranda que es el padrino de mi hija y al que
llevamos frito siempre pidiéndolo cosas.
Empezaré a enseñaros la mesa por
lo primero que hicimos que fueron las galletas, había tres modelos distintos de
galletas. Dos galletas impresas, una para la comunión y otra para el bautizo,
con dibujos originales de Alba de
“Mas que Ideas” a
los que dio forma de recordatorio Pedro Aranda y que nos imprimieron en
“Ideas comestibles”
(gracias Mayca por la rapidez), con la colaboración de todos nos quedaron unas
galletas preciosas.
Siguiendo con las galletas
tenemos unas bolsitas con tres pequeñas galletas en los colores de la mesa y
con los nombres de los niños que además de estar muy ricas (eran de diferentes
sabores, toffee, fresa, mango, vainilla) quedan preciosas.
Y por último una galleta de
tamaño mediano ovalada con un gracias y una flor que pusimos junto al cubierto
de cada invitado, la idea original era hacerlas con el nombre de todos los
invitados pero no lo hicimos por falta de tiempo.
Otro de los elementos de esta
mesa fueron las chocolatinas, con los mismos dibujos de las galletas impresas
Pedro nos hizo una composición con los tres juntos y en el reverso de las mismas
todos los que participamos en ellas, las chocolatinas eran del Lidl
(calidad-precio excelente).
Las nubes decoradas fueron otro
de los elementos de la mesa que hicimos con anticipación ya que al estar embolsadas
individualmente no se resecan, para el montaje final que veis en las fotos
contamos con el trabajo de Silvia (la mamá de los niños) y Sara (tía de los
niños y la artista de las Chuches).
Las gominolas de frutas en forma
de espiral (que estaban deliciosas) las montamos en una brocheta, siento no
recordar la marca, estas gominolas eran aptas para celiacos.
Los tres fantásticos arbolitos de
nubes son obra de Sara que es una artista con este tipo de cosas (a ella le
ayudó su marido Francisco que es un manitas y que se encarga de preparar el
tronco del árbol y de hacer que este se mantenga en pie), como al final uno de
ellos ni se abrió me lo he quedado yo para mi casa.
En la mesa había tres tipos de
cupcakes:
Los blancos de cerveza guinness y
chocolate con un glaseado de queso crema, según la mamá de una de las niñas
invitadas estaban más que de 10, de once.
Los rosas eran Pink velvet con
una buttercream de fresa.
Los verdes eran de limón con
buttercream de limón fresco.
Los cakepops eran de varios
tipos, de chocolate y nocilla, de vainilla, de donut, de toffee (aptos para
celiacos) y de chocolate con naranja al cointreau. Los de toffee se prepararon
con el mismo bizcocho de la tarta y sin sprinkles porque no son aptas para
celiacos, los de chocolate y naranja con el bizcocho de la tarta de chocolate
la crema de mantequilla del relleno y una parte de ganaché de chocolate,
ralladura de naranja y un poco de cointreau. No recuerdo la cifra exacta de
cakepops que hicimos, pero desde luego fueron bastantes, para hacerlos conté
con la ayuda de mi hermana Fini (abuela de los niños).
La tarta de Eva era un
bizcocho
de zanahoria con pasas y nueces con un relleno de chocolate blanco y queso
tipo philadelphia, la única pega es que resultó pequeña porque estaba
deliciosa.
La tarta de Lucia era un bizcocho
de toffee con pepitas de chocolate, almíbar de vainilla y de relleno una fina
capa de toffee y buttercream de toffee, todo ello apto para celiacos ya que uno
de los amiguitos de Ángel es celiaco y queríamos que pudiese comer de algunas
de las cosas igual que todos los demás.
La tarde Ángel era un bizcocho de
chocolate (adaptación personal del Red velvet, que subiré próximamente al blog
porque queda muy bueno) con almíbar de vainilla, relleno de
buttercream
de chocolate y cubierto con
ganache
de chocolate.
Además de todos los que he ido
nombrando esto no habría sido posible sin Alba (mi hija) que es la que me ayudó
con las galletas y las nubes, me confeccionó el dosier para preparar todas las
recetas y con los dibujos de su padrino Pedro hizo los cartelitos. Sin mi
hermana Victoria que nos prestó su horno para hacer los cupcakes y el bizcocho
de zanahoria. Por supuesto sin mi hermana Fini, la abuela de los niños, a la
que invadimos su casa con un montón de trastos para preparar todo y que me
ayudó mucho.
Y desde luego no habría sido posible sin mi marido que me ayuda en
todo lo que puede y me apoya incondicionalmente.