Tengo una amiga que acaba de
empezar un blog, el suyo no es un blog de cocina, es un blog en el que cuenta
historias, unas historias entrañables, contadas tal y como ella habla, con sus “puntazos”,
esos que en multitud de ocasiones te hacen morirte de la risa y eso que ella lo
dice toda seria, yo espero que no lo deje y que nos siga contado contando sus
cosas y nos haga lucir una sonrisa o derramar alguna lagrimita. A me mí me
gusta como lo hace, no voy a decir que sea una gran escritora, entre otras
cosas porque acaba de empezar a hacerlo, es nueva tanto en los blogs como en la
escritura, pero creo que tiene mucho que decir y que nos puede ayudar a ver la
vida de otra manera. No solo la animo porque sea mi amiga, la animo porque creo
en ella. Un besito muy fuerte.
El que haya aguantado hasta aquí
se preguntará porque cuento lo de mi amiga, pues lo cuento porque a raíz de
hablar de cómo escribía ella con otra amiga, esta me decía que también cuando
cuento las recetas se nota que soy yo, que las escribo con mi forma de hablar,
con mi acento propio y la verdad es que hasta ese momento no me había parado a
pensarlo.
Después de soltar esta parrafada
pasemos a hablar de la receta de hoy, en mi casa la falda de cordero (también
llamado pecho) siempre se ha preparado al horno aunque no de esta forma, mi
madre solía prepararla con patatas, cebolla, tomate, ajos y piñones, otro día
subiré la receta (lo cierto es que la empecé a preparar y al final me olvidé de
hacer la foto final), ambas recetas son muy sencillas y baratas, porque la
falda de cordero es bastante económica y el resultado es realmente estupendo,
eso sí, hay que dejar la carne bien tostadita.
Ingredientes para 4 personas:
2 faldas de cordero, 4 patatas
grandes, medio vasito de aceite, 1 vasito de vino blanco, 2 cucharadas de
manteca de cerdo, 1 pastilla de caldo concentrado, tomillo, romero, sal,
pimienta.
Pedir al carnicero que os de un
corte en sentido longitudinal a las faldas, a su vez cortar en 2 trozos,
salpimentar, poner en una fuente de horno, con un chorro de aceite y la manteca
de cerdo en trocitos por encima, añadir romero y tomillo en trocitos, poner un
vaso de agua y meter en el horno previamente calentado a 190º , ir dando la
vuelta a los trozos para que se doren por todos sitios, después de unos 45
minutos pelamos las patatas (si son nuevas se pueden poner con la piel) las
cortamos por la mitad, les hacemos una pequeña cruz, salpimentamos y las
ponemos en la fuente junto con la carne hasta que todo esté bien hecho, para
ver si están las patatas las pinchamos con un cuchillo, hay que vigilar que no
se seque demasiado, en caso necesario añadir un poco de agua. Cuando la carne y
las patatas estén doradas lo servimos.
Espero que os guste es forma tan
sencilla de hacer la falda de cordero, además queda deliciosa la carne.
Delicioso plato que prepararía de buena gana para el almuerzo de los domingos ya que este día para mí es en el que más me esmero, jajaja, ya que durante la semana voy más a lo normal y cotidiano. Se ve riquísimo con esas patatas que tienen que estar de vicio.
ResponderEliminarBesos
a mi los asados es q me pierden!
ResponderEliminarVaya un colorcito lindo que le quedó!
ResponderEliminarHola gata, cada vez lo haces mejor.
ResponderEliminarEn ese sentido quería felicitarte por la buena labor en la cocina que haces y todo tipo de enseñanzas que ayudan mucho.
Que pases una semana agradable y hasta pronto.
Saludos desde felicidadenlavida
Un abrazo,
Francisco M.
Hola, Milo. Feliz 2020.
ResponderEliminarHace ya años que preparé esta receta y hoy vuelvo con ella para aprovechar la falda y el pescuezo del lechazo que comimos en Navidad.
Besos.