Esta receta está dedicada a todos
los que piensan que la Gata Curiosa solo es Fondant, va por ellos. Es cierto
que en los últimos tiempos he tenido un poco abandonada mi parte del blog, que
es la parte salada del mismo, pido a todos nuestros seguidores disculpas por
ello, intentaré ir solucionándolo. Al mismo tiempo quiero daros a todos las
gracias por seguirnos tan pacientemente y por votarnos en los
premios de Hosteleria Salamanca
y aprovecho para deciros que podéis seguir
votándonos
hasta el próximo 15 de noviembre.
Según el librito del que lo he
sacado es “el más conocido de los platos típicos de los Balcanes,
particularmente por los turistas que van a Grecia”. Siempre que he preparado
este plato lo he hecho según esta receta, que es de un librito que tiene ya más
de 30 años y que se llama COCINAR Y GONGELAR de Glly Cubitt, es un libro que
daban creo que en una Caja de Ahorros, al que con el paso de los años le he
sacado mucho partido, las recetas son muy variadas, están bien explicadas y hay
un poquito de todo, desde sopas hasta pasteles. Algún día debería proponerme
hacer todas las recetas del mismo como reto personal.
Bien la receta la he adaptado a
nuestro gusto personal sustituyendo la carne picada de cordero por mezcla de
ternera y cerdo, pero los que seáis puristas usad carne de cordero.
Otra cosa importante a la hora de
realizar esta receta es elegir las berenjenas adecuadas para la misma, no valen
todas, la mejor berenjena es la rallada, es de carne mucho más blanca y no
amarga tanto como la negra.
Es una receta bastante laboriosa,
que no quiere decir que sea complicada, pero exige tiempo, por esa misma razón suelo hacer una buena
cantidad y dejo alguna moussaka congelada para uno de esos días en los que no
tenemos ganas de cocinar o para los que tienen hijos casi emancipados.
Ingredientes:
400 gramos aproximadamente de
cebollas, 2 dientes de ajo, un par de ramitas de perejil, 1 kilo de carne
picada (mitad cerdo, mitad ternera), 4 tomates, 6 cucharadas de tomate frito de
buena calidad, sal, pimienta, 200 ml de vino blanco seco, 900 gramos de
berenjenas (mejor de las ralladas), harina para rebozar las berenjenas, aceite
en cantidad suficiente para freír las berenjenas.
Para la salsa bechamel de queso:
25 gramos de mantequilla, 2
cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharadas de harina, sal, pimienta, nuez
moscada, 100 gramos de queso (mejor de sabor fuerte, queso curado, parmesano),
¾ de litro de leche, 2 yemas de huevo, queso para gratinar.
Cortar las berenjenas en rodajas
gruesas, 1 cm, salar y pasar por harina, freír en abundante aceite hasta que
estén doradas, pasar a un plato con
papel absorbente, reservar. (Las berenjenas pueden amargar, si tenéis duda
ponerlas una vez cortadas en un bol con agua con sal durante al menos una hora,
en este caso no hace falta salar después).
En una sartén amplia se pone un
chorrito de aceite y se doran los dos ajos cortados en trocitos pequeños, una
vez dorados añadimos las cebollas también cortadas en pedacitos pequeños,
añadimos el perejil picado, una pizca de sal y dejamos pochar lentamente,
cuando la tengamos bien pochada añadimos la carne picada salpimentada, subimos
el fuego y cocinamos hasta que esté bien doradita, en este punto añadimos el
vino blanco y dejamos reducir. Limpiamos los tomates y los trituramos, una vez
reducido el vino ponemos el puré de tomate y dejamos cocinar lentamente hasta
que pierda el agua, 30 minutos, le añadimos el tomate frito y dejamos cocinar
durante otros 5 minutos y pasado este tiempo reservamos.
Preparamos una bechamel , ponemos
la mantequilla y el aceite, doramos en ellos la harina con un poco de sal y
nuez moscada, vamos añadiendo la leche hasta que se integre todo y cocinamos
hasta que espese, en este punto añadimos el queso rallado, mezclamos bien y
retiramos del fuego y dejamos que entibie
un poco. Batimos las dos yemas de huevo y añadimos poco a poco la
bechamel, lo hacemos de esta forma para que no se nos cueza el huevo y se
corte, una vez que tengamos la salsa lista procederemos a montar la moussaka.
Engrasamos una fuente de horno
con un poco de mantequilla, disponemos en el fondo y en las paredes una capa de
berenjenas, cubrimos las berenjenas con la carne en salsa y encima de la carne
ponemos otra capa de berenjenas, cubrimos todo con la salsa de queso y ponemos
por encima el queso para gratinar.
Cocemos en el horno durante unos
15 minutos hasta que el queso esté bien doradito, luego cuidado con quemarse y
a disfrutar de una rica comida que podemos acompañar de un puré de patatas.