Otra vez bacalao, bueno es que nos gusta mucho y ahora que he encontrado uno bueno y a un precio muy asequible tengo que aprovecharlo. Pero antes de la receta un pequeño cuento.
Os voy a contar la historia de cómo y por qué busque esta receta y el motivo para que la hiciera en casa.
En los días que siguieron a nuestra famosa compra de bacalao, mi amiga Mari y yo seguimos caminando una hora después de comer y además de caminar también hablamos, pues bien uno de esos días me dice que esa mañana había tenido que ir a Salamanca a hacer unas cosillas y que habían ido a tomarse un pincho en un bar creo que me dijo en el Polígono, bueno es viene a ser lo de menos, el caso es que me comenta que han tomado un bacalao que estaba muy rico pero que no sabía que era exactamente lo que llevaba, según ella es como lo ponen en Portugal (yo solo he ido a Miranda de Douro), y también según ella creía que podía llevar patata y posiblemente huevos y como teníamos un bacalao esperando me dije que sería un buena forma de hacerlo (al menos una parte). Pues con estos datos cuando llegue a casa me puse a investigar por la red. Empecé buscando por bacalao a la portuguesa y al final después de ver un montón de páginas diferentes, y de encontrar otro montón distinto de recetas diferentes del mismo plato, opté por una que encontré en la página http://www.enciclopediadegastronomia.es y que me pareció la más completa y la que al menos ofrecía una historia que contar.
Por lo que he podido ver con esta receta pasa como con otras muchas, que en cada casa se hace de una manera diferente, yo está primera vez la he hecho tal y como dice en la receta, tengo pendiente probarla con huevos.
Os pondré un pequeño resumen de la historia de la receta “Se dice que este bacalao fue inventado por un tabernero del Barrio Alto de Lisboa que se llamaba Bras, aunque firmaba como Braz porque en portugués antiguo solía cambiarse la ese por zeta, para dar más enjundia al nombre, como decir Dom Luíz en vez de don Luis.
Según esa historia, a este cocinero se le ocurrió una noche aprovechar un bacalao a la plancha que había sobrado, mezclarlo con patatas fritas y cuajarlo en un revuelto de huevo.
Yo probé este plato en Cascais, en la casa de una gran cocinera e historiadora lisboeta quién me aseguró que la receta antigua era con leche y sin patata, ya que estas entraron en Portugal casi en siglo XX” si queréis ver algo más os recomiendo la página que os he dicho antes y que es el portal gastronómico de Pepe Iglesias.
El resultado nos gustó mucho, según mis hijos está mejor la brandada de bacalao, a mi marido le gustó más esta y a mí las dos, el problema de esta receta es que no es muy fotogénica que digamos.
Ingredientes:
½ kilo de bacalao, 2 cebollas, 2 patatas grandes, un pimiento verde opcional, 4 dientes de ajo, 1 litro de leche, un puñado de olivas negras sin hueso, aceite de oliva virgen.
El bacalao se desala durante 24 horas cambiándole 3 veces el agua (en la nevera y siempre que no sea excesivamente gordo, en ese caso requerirá más tiempo), una vez listo se desmenuza. Cortamos bien finitas las cebollas y las patatas, los ajos los laminamos, y el pimiento también se corta en tiras finas. Ponemos una sartén con un buen chorro de aceite, añadimos los ajos y dejamos pochar, seguidamente ponemos la cebollas, las patatas y el pimiento si lo usamos, dejamos que se vaya haciendo todo muy lentamente hasta que esté bien dorado, en este punto añadimos el bacalao y las olivas en rodajas, damos unas vueltas y añadimos la leche, dejamos hervir hasta que se reduzca, hay que tener cuidado cuando esté ya bastante espeso para que no se pegue, nos debe quedar la consistencia de un revuelto. Servir acompañado de pan frito (si gusta claro) y espolvoreado con perejil picado.
Si es o no fotogénica la receta es cuestión de gustos porque yo la veo exquisita
ResponderEliminarYo te dejaba el plato limpio, tostadita va, tostadita viene.
ResponderEliminarUn beso.
Me encantan este tipo de recetas y además con bacalao ya el no va masssss!!
ResponderEliminarun biquiño
fijate que no como nada de bacalao,pero ultimamente me estan dando unas ganas....
ResponderEliminarfantástico el bacalao asi, me encanta!!
ResponderEliminarUn besiño.
me ha gustado mucho la receta, este bacalao sobre una tosta de pan tiene que estar para quitarse el sombrero. Las dos historias, la tuya con tu amiga y la del bacalao, también me han gustado ;)
ResponderEliminarSalu2, Paula
http://conlaszarpasenlamasa.cultura-libre.net
Estupenda la historia, pero más estupendo aún el resultado. El bacalao me encanta y el tuyo me ha parecido genial. Tenía que estar muy rico. Besitos.
ResponderEliminarJeje da igual si no es muy fotogénico, debe de estar de bueno que no veas. Gracias por compartir la historia además. Saludos
ResponderEliminarEl bacalao, desalao, está bueno sea como sea, pero esta recetica, además, tiene una pinta....
ResponderEliminarTiene que estar de vicio.
Las historias estupendas, si señora.
Pochoncicos.
Mila, a mí todo lo que sea bacalao me encanta y este que has hecho debe estar fabuloso.
ResponderEliminarSaludos
Con lo que me gusta a mí el bacalao, este plato me lo apunto, porque tiene una pinta estupenda.
ResponderEliminarUn besín.
Hola Mila, he tomado buena nota para hacerlo, ya que ha de estar rico y con lo que te has currado la explicación seguro que merece la pena.
ResponderEliminarBesos
Espe no te quedes con las ganas, prueba el bacalao ya verás cómo no te arrepientes.
ResponderEliminarBesos.
A ver si subo la receta de la esqueixada de bacalao que como es en crudo es fácil del hacer y muy rica.
Muy bien ilustrada la receta con la historia .
ResponderEliminarComo bien dices, hay muchas recetas (versiones ) de este bacalao.
Yo hago el ·"bacalo dourado" que es prácticamente este y está riquísimo, pero me lo apunto para la pròxima
muy rico que esta aunque la presentacion no de lo mejor de esta receta,no se mete por los ojos,pero quien dice que se come por los ojos verdad,ja,ja,ja, muchos besos chao.
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