Llevo dos días sin colgar nada, ayer que por la tarde que tenía un rato me quitaron el ordenador y por la noche estaba cansada, además con la tele puesta me cuesta un poco de trabajo escribir, la falta de costumbre claro y los años que han pasado desde que lo hacía. Anteayer estuve fuera todo el día y no cociné nada. Se me ocurrió que como regalo para el día de mi santo quería ir al IKEA, me gusta ir de vez en cuando, pero como no está muy cerca no voy mucho. Ayer tuvimos la mala suerte de pillar un accidente bastante grande y tardamos en hacer el viaje más del doble del tiempo normal. Pero al final llegamos, miramos un montón de cosas, compré un montón de cachivaches para la cocina, alguna cosilla para ordenar cajones, adornos navideños y una picea cónica pequeñita (que con todo el lio me he olvidado de ella y tengo que buscarle un sitio en el jardín).
Por fin tengo mi harina de fuerza. Esta mañana aprovechando que iba en coche me he pasado por la harinera que hay en el pueblo, el otro día llamamos y nos dijeron que no tenían problema en vendernos harina, simplemente había que llevarse un saco de 25 kilos, lo cierto es que es mucho más barata que en cualquier sitio, hasta que en el Día. Cuando he ido a la harinera el señor quería a la fuerza que me llevara otro tipo de harina más normalita, según él esta harina que he cogido no es para trabajar en casa, dice que hace falta una máquina grande, que a mano no se puede amasar. Yo, toda orgullosa le he dicho que tenía una máquina de amasar, pero aún así el señor me ha mirado con cara de decir “allá tú, si te empeñas”, y sí, me empeño, tengo que hacer la prueba y ver la diferencia, total me ha costado 10 euros el saco entero. Volveré a hacer la prueba del roscón de reyes, y quiero probar los croissants.
Bueno al final me he ido por las ramas, volvamos a la receta, me quedaban unos pocos guisantes en el congelador, son unos guisantes especiales porque no son congelados, es decir, que lo cogimos frescos (son guisantes de Toro), los desgranamos a mano y los congelé yo misma, el sabor y la textura es completamente diferente. Con esos guisantes hoy he hecho una receta que hago hace años y que queda muy bien, es perfecta para acompañar al Confit de Pato o para comer sola.
Por fin tengo mi harina de fuerza. Esta mañana aprovechando que iba en coche me he pasado por la harinera que hay en el pueblo, el otro día llamamos y nos dijeron que no tenían problema en vendernos harina, simplemente había que llevarse un saco de 25 kilos, lo cierto es que es mucho más barata que en cualquier sitio, hasta que en el Día. Cuando he ido a la harinera el señor quería a la fuerza que me llevara otro tipo de harina más normalita, según él esta harina que he cogido no es para trabajar en casa, dice que hace falta una máquina grande, que a mano no se puede amasar. Yo, toda orgullosa le he dicho que tenía una máquina de amasar, pero aún así el señor me ha mirado con cara de decir “allá tú, si te empeñas”, y sí, me empeño, tengo que hacer la prueba y ver la diferencia, total me ha costado 10 euros el saco entero. Volveré a hacer la prueba del roscón de reyes, y quiero probar los croissants.
Bueno al final me he ido por las ramas, volvamos a la receta, me quedaban unos pocos guisantes en el congelador, son unos guisantes especiales porque no son congelados, es decir, que lo cogimos frescos (son guisantes de Toro), los desgranamos a mano y los congelé yo misma, el sabor y la textura es completamente diferente. Con esos guisantes hoy he hecho una receta que hago hace años y que queda muy bien, es perfecta para acompañar al Confit de Pato o para comer sola.
Ingredientes:
600 gramos de guisantes, 1 cebolla, 100 gramos de bacón, una loncha de jamón, 1 lechuga, aceite de oliva, sal pimienta, ajedrea, 1 cucharada de azúcar, 1 vaso de agua.
Partir la cebolla a trozos pequeños y ponerla a pochar en la sartén con un poco de aceite de oliva, cuando esté casi pochada poner el bacón y el jamón también en taquitos pequeños, dar un vuelta y añadir los guisantes, la sal, la pimienta y la ajedrea, dejar rehogar 5 minutos, mientras tanto lavar la lechuga y cortarla en tiras pequeñas añadir a la sartén, ir dando vueltas durante otros 5 minutos y añadir la cucharada de azúcar y el vaso de agua, tapamos y dejamos cocer hasta que evapore todo el agua, rectificar de sal. Los guisantes no hace falta descongelarlos, se hacen directamente congelados.
humm, me encantan los guisantes, si no fuera por la cantidad de hidratos de carbono que tienen los comería más a menudo. Me gusta el toque de la lechuga, nunca lo había visto ;)
ResponderEliminarSalu2. Paula
http://conlaszarpasenlamasa.cultura-libre.net
No es para comerlos todos los dias, pero el toque de la lechuga y el de la ajedrea los hace muy especiales.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias por tu receta, la hago hace mucho tiempo, en casa les gusta a los peques, y esa forma se lo comen, menos mal,pero me gustaría me dijeras qué es la ajedrea?.
ResponderEliminarFelicitaciones por tu página, hasta pronto.
Es una hierba aromática, es fácil encontrarla en las montañas en el sur de España, la puedes comprar en herboristerias, tiene un gusto muy agradable, además de a los guisantes le va muy bien a los platos de pato.
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